A menudo nos dicen que en los números están todas las
respuestas, que no somos más que simples cifras en un universo repleto de
ellas. Pero, ¿qué somos realmente? Yo digo que somos letras, letras convertidas
en palabras y palabras convertidas en historias. Historias necesitando ser
escuchadas. De eso estamos hechos, ¿no? De cuentos trotando mundos a la deriva
buscando un sol mañanero y tal vez, un alma en pena. Y de pronto no somos
doscientos seis huesos ni sesenta y cinco por ciento agua; de un momento a otro
somos el café amargo y tu piel sobre la mía, somos libros amarillos
transformados en espejos recitando gritos de huesos desgastados. Somos los
insultos traumáticos y los besos post-trauma. Somos dicha desgraciada y somos amor
guerrillero. ¿No te dije yo? Somos historias. Historias lanzadas con rabia al
mar y escondidas entre la arena. Trazadas vulgarmente en papeles arrugados pero
nunca dejando de ser poesía. Somos el secreto más valioso que cuidadosamente
guarda la tierra. ¡Historias! De eso se trata, de las rebeldes y descocidas, de
las que llevan a sentirte triste y de las que jamás serán contadas. Si bien
piensas, de cuánto nos conectan a cada alma que habita este verso rodante.
Y tal vez no logre mucho con tanta palabrería, pero
ofrezco noches de historias, historias mías. Cargadas de agonía y felicidad
barata, pero reales. Y te las cuento una y otra vez hasta que te quedes
dormido, o ¿por qué no? Adueñarnos de la madrugada y escribir juntos una
más, con tus letras y las mías, lograr así la más dulce rima, el más
bonito de los poemas.
-María Emilia.
Hola bonita, qué preciosidad de texto, es oficial que me encanta todo lo que escribes pero este tiene algo especial, tal vez porque es como si estuviese leyendo mi pensar y me he sentido identificada. Nunca he sido de números, y no me considero una cifra, sin embargo me encantan las letras y las historias, y siempre digo que las personas somos todo lo que hacemos, lo que sentimos y lo que decimos (o no decimos), esa sin duda es nuestra esencia y no podíamos ser nada más bonito, incluso cuando la historia es triste, o cuando el final no es agradable, incluso en ese momento somos únicos. Creo que voy a volver a leer el texto antes de salir de tu blog. Un besazo lindura.
ResponderEliminarque bonito *^*
ResponderEliminar¡Primera vez que se me notifica que has subido entrada! ¡Soy feliz!
ResponderEliminarY... me ha encantado♥
Un beso enorrrrrme♥
Me ha gustado mucho, yo iba a replicarte la entrada nada más leí la primera frase y me he dado cuenta de que defendemos lo mismo, somos mucho más que un número, somos alma.
ResponderEliminarHola Mary! como siempre me inspiran tus escritos... gracias por compartirlos!
ResponderEliminarBesos!!!
Hola!!
ResponderEliminarQue alegría entrar y encontrarme con un nuevo texto tuyo. Me encanta!! Es super bonito!! Y creeme te lo dice una persona de ciencias no somos números, no somos para nada exactos. Números exactos no los encontramos ni en una problema. Sinceramente creo que nada en esta vida es 100% exacto siempre hay un margen de error, de imprecisión...
Un beso!!
Ainhoa de Infinity life
Podría decir miles de cosas para elogiar tu escrito, pero me limitaré a decir: Es realmente hermoso. ♥
ResponderEliminarMe ha encantado ^^ ese toque final, buaa precioso. Un beso
ResponderEliminarOuu ran... impresionante no soy de leer este tipo de cosas (nunca leo) pero esto me encantó, es es jfjdhhdjdh hermoso
ResponderEliminarMuy bello.
ResponderEliminar