No murió, sólo está perdida

—¿Que pasó con la mente creativa que hay en ti? —preguntó el, suavemente.
—Murió. —dijo ella, de una forma brusca y seca.
—No lo creo. —dudó.
—En serio, estoy vacía.

La mirada de la chica se encontraba como ésta decía, vacía. El pareció entenderlo.

—No murió, sólo está perdida, tiene un montón de pensamientos y no sabe como expresarlos. Se siente vacía, mas no lo está, al contrario, está llena, por lo que en ella no entra nada mas. Siente que va a explotar, pero sólo necesita relajarse.
—¿Dices que sigue ahí? —preguntó.
—Por supuesto, dale confianza, has que no se rinda, y escribe lo que ella siente. —le entregó el lápiz que ella había colocado en la mesa minutos atrás en señal de derrota. La miró, y esbozando una media sonrisa dijo:
—Si escribir fuera fácil todo el mundo lo haría, ¿no crees?

Sin mas, se alejó, dejando a la chica entre confusión y suspiros.

-María.